sábado, 17 de enero de 2009

Permanecer y transcurrir

Mientras en una parte del mundo se celebraban las fiestas, en otros lugares se mataban seres humanos. Así se despidió el año 2008, así llegó el 2009. Civilización, o no, y barbarie. Pan dulce y bombas. Hay tantas maneras de no ser, tanta conciencia sin saber, adormecida. El cinismo no conoce fronteras. Se mata y ya está (...) Esa muerte para la que el ser humano trata de encontrar una definición, una explicación, es usada como emblema de lo que llamamos civilización. Merecer la vida, no es callar y consentir tantas injusticias repetidas. Se mata al enemigo desde aviones (...) O con cohetes, desde el escondite (...) Buena puntería. ¿Pero cómo, es que vivimos en el tiempo de los dinosaurios? No, vivimos el siglo de la mente humana (...) Eso de durar y transcurrir no nos dá derecho a presumir. ¿Con qué habrán soñado esos niños la última noche en que vivieron? ¿Con juguetes, con hadas, con ángeles que les arrojaban espejitos de colores desde el cielo? Es lo mismo, porque nosotros les arrojamos bombas y los destrozamos. Nó...! Permanecer no siempre quiere sugerir honrar la vida! Hay tanta pequeña vanidad en nuestra tonta humanidad enceguecida.

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Susurros